22 de junio de 2013

Hasta desintegrar

Voy a desnudarme, una por una voy a arrancarme las telas y los cueros, los muros y los velos. Vas a ver mis costillas, van a dolerte mis caderas. Voy a desnudarme, voy a mostrar lo que tanto miedo me dio. Vas a ver llagas, vas a ver cicatrices, algunas que todavía son carne viva. Vas a verme despeinada, los ojos al descubierto, las rodillas pegadas, tiritando de frío, las manos abiertas, la mirada fija. Voy a dejarme ver. Voy a ser. Vas a hacer conmigo lo que quieras, vas a rozarme, vas a tocarme, vas a recorrerme con la yema de tus dedos. Vas a abrazarme, llevarme hacia tu pecho, tratar de meterme en él. Vas a contarme algún secreto al oído, abrazarme, desgarrarme. Vas a besarme, desearme, sentirme. La piel se te va a erizar, vas a clavarme las uñas, morderme, saborearme. Voy a gustarte, voy a prenderme de tu cuello, voy a pedirte que no me sueltes nunca. Vamos a desintegrarnos al roce. Vamos a estrujarnos hasta quitarnos lo poco que queda sano. Si es que algo nos queda. Vamos a vaciarnos. Vamos a llorar.
Sobre todo, vamos a llorar.

2 comentarios:

  1. La sal de las lágrimas, curan las heridas.

    ResponderEliminar
  2. Esa sensación que te queda después de darlo todo, de dejarte arrasar por lo que sentís en ese momento y el agotamiento de tal cansancio que te llena de sonrisas.

    Si hay momentos donde se puede sentir demasiadas cosas que no podemos experimentar en otras situaciones, es ahí. En esa humedad que rodea el ambiente y los cuerpos. Difícil doblegarse ante tal impulso.

    Difícil abstraerse del amor y su felicidad :)

    ResponderEliminar