29 de mayo de 2013

Estrella fugaz

Hoy vi una estrella fugaz.

Era grande como un corazón cuando está enamorado, y del color verde de los árboles en verano. Tenía luz propia y la vi tan de cerca que me encandiló. Desde allá arriba, muy alto, me venía mirando. A mí me parece que era un poco miedosa, como yo, porque recién cuando tomó coraje me chistó, respiró profundo, y se lanzó.

Todo fue muy rápido, por algo se las llama fugaces… pero yo guardo en mi retina cada detalle de ese vuelo, segundo a segundo. La muy entusiasmada se lanzó desde lo alto y una vez suspendida, se olvidó del miedo, y voló. Planeó como un avioncito de papel, atravesó miles y miles de kilómetros a toda velocidad, y mientras volaba, su luz se hacía cada vez más fuerte, y ella más grande.

La estrella caía decidida, con clase y envión. Creo que en algún momento hasta rozó mi ropa, me pasó tan cerca que su viento me despeinó. Caía sobre mí, y se metía en mi casa por alguna ventana que olvidé cerrar. Yo la agarré con mis manos frágiles, temblorosas, con miedo a la quemazón. La agarré, la envolví, le hice una cuevita entre mis manos, y después me la guardé en el pecho, que es el cajón de los más hermosos recuerdos, y el rincón donde escondo y cuido lo más preciado.

1 comentario:

  1. La Hormiguita Hippie30 may 2013, 1:10:00

    Dicen, que las estrellas fugaces solo se dejan ver por almas alegres y puras, y que son ellas las que eligen esas miradas, entonces,cuando se encuentran, ellas cumplen los deseos.

    ResponderEliminar