11 de marzo de 2014

Parte de mi casa

Llega a mi casa cantando mi nombre al ritmo de alguna canción que muy bien conocemos. Llega con calor y llega con sonrisas. Se saca las zapatillas, me roba un par de ojotas y acaricia al gato hasta hacerlo ronronear. Prende un sahumerio, y me llena la casa de flores. Abre las ventanas, deja entrar el sol, abre la heladera y deja correr el agua. Sabe dónde están los vasos y dónde escondo los chocolates. Los abre, los parte, me convida, come conmigo y promete reponerlos, pero yo siempre vuelvo a comprar para estar lista para su próxima visita. Saca mi guitarra y me impregna las paredes con sus melodías. Me deja llorar en su hombro y después siempre sabe hacerme reír. Ya es parte de mi casa, y se la conoce casi tan de memoria como yo. Esta casa que es chiquita, fácil de recordar y rápida de recorrer, pero tan llena de amor y colores, que se nos rebalsan las flores por las ventanas y nos crecen los brillos como enredaderas que caen desde el balcón.

1 comentario:

  1. Que mejor que la compenetraciòn entre dos almas rebosantes de buenas cosas, de compañerismos y de generosidad en sus cotidianos momentos...
    Entrañable resulta imaginarse queriendo poder compartir lgo asì con nuestro propio alguien!

    Bss y disfruta de tanta bondad vuelta humildad...

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